–No quiero que las cosas cambien entre
nosotros.
–Necesito hablar contigo antes de que
hables con Jack.
– ¿Por qué ?–Pregunté intrigada.
–Porque así por lo menos tendré alguna
oportunidad.
– ¿Eso crees?
–No lo sé, dímelo tú.
¿Alguna vez alguien te ha demostrado que
estas equivocada aunque estuvieses al cien por cien segura?, yo no sabía
que responderle, sabía perfectamente lo que sentía por Jack, sabía perfectamente
que mis sentimientos hacía él eran evidentes, pero ¿Qué sentía por Keith? Si me
lo hubiera preguntado hace unos meses hubiera respondido como una fanática loca
de algún grupo juvenil de moda, palabras como guapo, perfecto, increíble,
ojazos, inteligente, tío bueno, cuerpo perfecto … no hubiesen parado de sonar,
pero eso hubiera sido hace meses, si me preguntan ahora no sabría responder.
¿Que significa Keith para mí? ¿Qué siento por él?
–Oye Nath, sé que eres propensa a viajar
con tu fantasía hasta algún mundo lejano, pero me gustaría hablar antes
de que la nueva Debora cambie de idea e intente sobornarme de nuevo.
–Lo siento Keith, estaba haciendo un
repaso mental de la situación–dije avergonzada.
– ¿Entonces crees que podríamos hablar un
momento de todo esto? –Preguntó Keith.
–Creo que no hay nada de lo que hablar–Respondí.
–No vas a poder huir siempre–Me dijo
mostrando una ternura habitual en él.
–Mientras que pueda intentaré hacerlo.-Respondí
acobardada, pero segura de mi respuesta.
–¿Crees que aguantaras mucho?–Preguntó
mientras que lentamente me acorralaba junto a su coche.
–Chicos ¿os falta mucho? tengo hambre–Gritó
Debora.
–Ya hablaremos luego Keith–dije mientras
intentaba salir de su encerrona.
–Por favor Nath, es solo un momento.
Volví a mirarle y negué con la cabeza otra
vez, él bajo la mirada y entró en el coche. Me sentí un poco mal, Keith me
había escuchado siempre que yo se lo había pedido, hasta cuando no se lo pedía,
era un poco estúpido por mi parte escapar de una conversación que tarde o
temprano tenía que suceder.
Keith me miraba desde el coche haciéndome
ver que estaba decepcionado, pensé en entrar en el coche y hablar con él, pero
no tuve el valor suficiente.
– ¿Te pasa algo?–pregunto Debora –Tienes
una cara horrible, sonríe, vamos a ver a Jack.
Sonreí a Debora con una sonrisa
forzada y un poco falsa, ella lo noto del algún modo ya que no volvió a
dirigirse a mí en todo el trayecto hacía el hospital.
Por el camino hacía el hospital, mientras
Keith conducía a mi no se me quitaba de la cabeza esa conversación pendiente
que tenia con él, le mire un par de veces de reojo, pero nunca llegue a coincidir
con su mirada… Note también como Debora me miraba intrigada buscando miles de
respuestas ante esta situación, miraba hacia ambos lados atentamente con
la intención y esperanza de averiguar algo.
El día intensamente soleado se convirtió
en nublado, a pesar de eso hacía el mismo calor de todos los días. Era la
primera vez que yo veía una nube cubriendo el cielo.
Cuando llegamos al hospital sentí una
extraña sensación, me sentía confusa, miré una vez más a Keith buscando
una mirada comprensiva, pero lo único que encontré en su mirada fue la
desilusión, la decepción… una mirada de incomprensión .
Salimos del coche y comprendí que ya nada
volvería a ser lo mismo. Llegamos a la recepción y preguntamos por Jack y por
Lúa, cada uno estaba en una punta del hospital… Yo optó por visitar primero a
Jack, Debora y Keith fueron a ver a Lúa…
Llegue a la habitación y me paré en
seco, tenía la sensación de que si entraba en la habitación Jack iba a
darse cuenta de lo que estaba ocurriendo… Cerré los ojos, respiré hondo y me
dispuse a entrar. Cuando ya me encontraba dentro me quede un poco
atontada, en la habitación no había nadie, la cama estaba hecha, no había ni
rastro de Jack… Me di la vuelta asustada buscando a alguna enfermera para poder
preguntarle por Jack, pero cuando me dispuse a salir por la puerta alguien me
agarro por detrás y sin darme cuenta en un abrir y cerrar de ojos ya
estaba tumbada en la cama a su lado.
–Que rápido te das por vencida, ya te
ibas a ir–dijo Jack dedicándome una sonrisa picarona y provocadora.
–Jack–dije mientras le tendía un abrazo
como podía. – ¿Qué tal estas?
–Ahora mismo, mucho mejor que
nunca–Susurro mientras que me besaba con tanta intensidad que parecía no
haberme visto en semanas.
–Creo que Jack está mejor de lo que
esperábamos–Dijo Keith mientras se marchaba por donde había venido.
– ¿Qué le ha picado a este ahora?
–preguntó Jack intrigado.
–No lo sé. – Mentí.
–Y bueno, cuéntame ¿Qué es lo que paso
ayer?-Pregunté ansiosa por saberlo todo.
–Pues sinceramente no lo tengo muy claro
del todo, cuando llegue lo único que pude hacer fue usar los puños, no me quedo
otra opción…Leo estaba muy furioso y nervioso, solo quería estar con Lúa,
estaba preocupado por ella y Keith intentaba ayudarle como podía, pero nunca ha
sido mucho de peleas, las apariencias engañan. Keith es más bien una hermanita
de la caridad que un luchador de boxeo. Cuando llegue lo único que pude
hacer fue defenderme, eran cuatro contra tres. En el momento en el que
casi estábamos ganando entro “Ludovich “, así llamaban al “grande”, padre
fundador y hermano mayor de los Zeterstrons, esta situación nos confundió un
poco ya que a Ludovich se le veía en muy pocas ocasiones, ese tío no sale
de paseo muy a menudo. En cuanto levantó la mano los paletos de sus
lacayos pararon de pegar a Leo, Ludovich se acercó a Leo y le tendió la
mano, al principio Leo desconfió, pero después vio que no tenía ninguna otra
salida… Ludovich le ayudo a levantarse y los dos salieron a la calle, a los
cinco minutos entraron de nuevo, con otro movimiento de mano Ludovich y
sus esbirros abandonaron por completo el Deily, Ludovich miró por última vez a
Leo y se fue, yo jadeaba por el dolor de mi tobillo asique
fuimos directamente al hospital.
– ¿Qué le dijo ese hombre a Leo?–pregunté
guiada por mi enorme curiosidad.
–Que nuestra deuda estaba saldada, pero
que nos volveríamos a ver dentro de poco–Respondió
– ¿Y eso que significa?– pregunté otra
vez esta vez guiada por mi confusión más que por mi intriga.
–Ojala lo supiera Nath, ojala–Me dijo,
entretanto me rodeo con sus brazos y nos fundimos en un abrazo. – ¿Qué es eso
de la nueva Debora?-Pregunto sonriente, su voz me arropaba y me daba seguridad.
–Esa es otra larga historia–Reí– Ya
habrá tiempo para contártelo, ahora descansa.
–Chicos, chicos, chicos. –Grito Debora
mientras que entraba en el cuarto alocadamente– Vamos daros prisa, es Lúa.
– ¿Qué le pasa a Lúa? –Preguntamos
los dos sobresaltados.
–Que ya ha recuperado el conocimiento.
–Respondió mientras que daba saltos de alegría.
–Ahora vamos –dijo Jack –Danos un
momento.
– ¿Qué pasa?–pregunté.
–No lo sé, dímelo tú, ¿Qué es lo que te
pasa?
–No me pasa nada Jack– Mentí.
– ¿Segura? , puedes contármelo todo, ya
lo sabes ¿verdad pequeña?-Acarició mi cara.
–De verdad Jack, no ocurre nada– Volví a
mentir.
Cogimos sus muletas y nos dirigimos a la
habitación de Lúa. Antes de entrar en la habitación oímos como Leo y Debora
reían, era la primera vez que oía reír a esa pequeña arpía, cuando entramos en
la habitación vimos la sonrisa de oreja a oreja de Leo, vimos como Lúa
parpadeaba a un ritmo lento y movía un poco las manos… Me fijé en Keith, que
miraba en mi dirección pero con la mirada perdida, Jack se acercó a él e
intercambiaron un par de palabras, Keith hizo como si nada, fue entonces
cuando me di cuenta de que solo estaba resentido con migo. Después de
unos minutos allí entró la enfermera, nos pidió que nos marcháramos ya que la
hora de visitas había cesado. Acompañe a Jack a su habitación y nos sentamos un
momento más en su cama.
–Me aburre estar aquí todo el día.
–Tú te lo has buscado monín, mejor aquí
que muerto ¿No?–Dije irónicamente. – ¿Cuánto tiempo más vas a estar aquí?
–No lo sé, me han dicho que como mínimo unos
días, quieren hacerme unas pruebas.
–Ya verás cómo se te pasa rápido.-Sonreí.
–Me encantaría poder estar contigo, quédate
por favor, me encantaría poder dormir a tu lado y abrazarte toda la noche. Te
he echado tanto de menos.
–Yo también te he echado mucho de menos.
–Keith espera, llévala a casa por
favor–Le grito Jack a Keith mientras que este pasaba por la habitación en
dirección a la salida.
– ¿No hay nadie más que pueda llevarla? tengo
muchas cosas que hacer.-Keith mentía demasiado mal.
–Keith no me cabrees, ver una peli
porno mientras que te meneas el rabo no ocupa mucho tiempo, acompáñala hasta la
puerta.
–No importa Jack, cogeré un taxi, veo que
Keith tiene cosas que hacer. Dije un poco desconcertada.
–No, tranquila, eso puedo hacerlo
después, venga vámonos. –Me dijo mientras me sonreía con una sonrisa forzada.
–Me voy, descansa mucho, mañana en cuanto
pueda vengo a verte.- Dije.
Mientras me disponía a besarle vi como
Keith se daba la vuelta con una cara malhumorada para no ver nuestro beso.
–Adiós pequeña, cuídate.- Me contesto
tras el beso. –Te quiero.
Cuando fuimos a salir del hospital me di
cuenta de que los 30 grados que hacían se habían convertido en una lluvia
inimaginable en este lugar. Nos marchamos a un paso bastante rápido y no
tuvimos conversación ninguna hasta llegar al coche.
–Keith, el coche está cerrado. – Grité mientras
la lluvia mojaba mi melena.
–Lo sé – Contesté en seco.
–Keith abre por favor, voy a cogerme una
pulmonía, estoy chorreando.
–Sabes Nath, podría tenerte aquí durante
horas, bajo la lluvia hasta que me escuchases, pero no es así, las cosas no
funcionan así. He decidido que serás tú la que me pidas que hablemos, algún día
querrás saber la verdad.
Termino de hablar y abrió el coche.
El viaje fue de lo más extraño, Keith,
indignado ante la situación no me dedico ni una simple mirada. Cuando llegamos
a mi cada detuvo el coche con un frenazo y se quedo mirando al horizonte
de una manera un poco extraña, como si buscara algo… Salí del coche y me quede
mirándole, pero el seguía mirando hacia delante.
–Hasta mañana Keith. –Le dije.
–Hasta cuando tú quieras Nath. –Me
contestó.
Quisé contestarle de alguna manera, pero
cuando me di cuenta el coche de Keith ya estaba lo bastante lejos como para que
no me ollera.
Entré en casa y rompí en un llanto
verdaderamente sonoro, mi mala suerte por una vez no intervino y al
parecer mis padres no se encontraban allí, eso me ahorraba las mil preguntas
que iban a hacerme. Me acerqué al baño en busca de alguna toalla, pero acabé
restregándome los ojos con una camiseta vieja que yacía sobre mi cama. Decidí
darme una ducha e intentar olvidarme un poco de todo lo ocurrido (o
todavía sin ocurrir). Mientras me duchaba me acorde de Jack y sonreí, me acorde
de hoy, de nuestros besos, nuestras risas, de nuestros abrazos, y de la
mirada de Keith. La sonrisa que llevaba pintada en la cara desvaneció en cuestión
de segundos, y sin remedio alguno volví a llorar como una niña pequeña a
la que le han quitado su muñeca.
Era increíble la manera en la que el
reluciente sol se había transformado en una tormenta fría, húmeda y oscura…
Como en cuestión de minutos miles de personas habían revuelto sus armarios en
busca de un paraguas que casi nadie tenía. Los bermudas se transformaron
rápidamente en pantalones largos y los intensos y brillantes colores de
las camisetas de tirantes se transformaron en viejas sudaderas que no salían
muy a menudo del armario.
Termine de ducharme y fui directamente a
la cocina a prepararme algo de cenar, cuando entre por la puerta fui
directamente hacía la nevera, pero no es lo que pensáis, fui a ver si
había algo en la pizarra donde mi madre solía escribirme los recados, y
esta vez no me equivoqué, había una note de mi madre:
–Nathaly, estamos en casa de la tía
Pearl, llámanos en cuanto lo leas.
¿En casa de la tía Pearl? ¿Que
estaban haciendo allí? Cogí el teléfono y marqué el número de mi tía.
–Diga ¿Quién es?–Respondió una voz muy
familiar.
– ¿Mama eres tú? –Pregunté.
–Oh Nathaly, espera un momento que ahora
mismo te la paso, ¿Qué tal te va?, Neeeeeeees, es tu hija, coge el
teléfono–Gritó.
–Bien tía Pearl, estoy
genial–Mentí.
–Nathaly, vamos a ver señorita,
¿Dónde narices te metes? ¿Cuantos años te crees que tienes? llevo sin
verte más de un día, ¿Qué te pasa? ¿Donde has dormido?
–Mama tranquila, tengo una explicación,
he dormido en cada de Debora, Jack se fracturó el tobillo jugando al fútbol
y no quise dejarla sola en esa casa tan grande.
–Espero que no me estés mintiendo
jovencita, ha llamado tu padre, quiere hablar de algo contigo, llámale cuando
puedas si no sabes cómo se pone.
–Vale mama, lo hare en cuanto tenga
algo de tiempo. –contesté.
–Espero que eso signifique que le
llamaras después de hacer los deberes ¿Verdad?
–Eso mismo quería decir…
–En la nevera queda pollo de la cena de
ayer, puedes calentarlo en el microondas, también queda un poco de ensalada y
pastel de carne.
–No sé si podre hacerme la cena yo sola
mama–vacilé.
–Bueno, no abras la p…
–No abriré a la puerta a nadie mama,
cerrare con llave y bla bla bla–La corté en tono burlón– Vale mama
ya lo he entendido todo, no te preocupes.
–Duerme bien y no olvides de cerr…
–La puerta, vale mama ¿Qué no entiendes
de que ya lo he entendido?
–Buenas noches Nath, cuídate.
– ¿A qué hora vais a venir
mañana?–Pregunté antes de colgar.
–Por la tarde, tras la comida.
–Vale mama, hasta mañana.
En cuanto termine la última palabra
colgué rápidamente para quitarle a mi madre cualquier posibilidad de seguir hablando
con migo. Calenté el pollo sin ninguna gana porque lo que menos me apetecía
ahora mismo era cocinar.
Me senté enfrente del televisor y
empecé a cenar, cualquiera que me hubiese visto hubiera pensado que soy
una cuarentona que vive sola y tiene una vida amorosa y social un poco inerte.
Veía la tele y pasaba de canal como si de parpadear se tratase, cuando termine
de cenar ni me moleste en recoger, sabía perfectamente que mi madre me la
armaría buena, pero podría defenderme con cosas como que tenía que hacer
deberes, estudiar economía o repasar historia. Subí a mi
habitación y decidí leer un poco, encendí mi Mp4 y puse una canción
aleatoria “Skinny love” de Birdy, al
parecer mi Mp4 también se había vuelto en contra de mi.
Cogí el libro y me puse a leer,
parecerá raro que una persona puede ser capaz de leer mientras que escucha
música, pero esta era una de las pocas cosas por las que podía sorprender a
alguien. Leí un par de páginas y sonó el teléfono.
–Diga ¿Quién es?–Dije– ¿Oye hay alguien
ahí?
Nadie contestaba asique decidí colgar.
Recogí mi libro de la cama y seguí leyendo. A los dos minutos el teléfono
volvió a sonar. Descolgué rápidamente.
–Mira si esto es una broma no me hace
ninguna gracia.
– ¿Nath?
– ¿Jack? – Pregunte – ¿Eres tú?
–Nath, ¿Qué tal estas?
–Bien, un poco asustada por los
truenos y relámpagos, me asustan bastante.
–Te llamaba para decirte que cierres bien
las ventanas, se comenta por aquí que hay una buena tormenta que se
dirige hacía aquí, díselo a tu madre, cuando vienen, vienen pisando fuerte.
–Mis padres no están, están en casa de
una de mis tías, vendrán mañana por la tarde.
–De verdad, que desperdicio de ocasiones,
tu sola en tu casa sin tus padres, sin vigilancia y yo aquí, sin poderte comer
a besos. Metete en la cama y duerme un poco, ya verás que rápido se te pasa, si
tienes miedo solo tienes que llamarme.
De repente sonó un trueno, parecía
bastante grande e intenso, yo me asuste un poco pero por si no fuera
bastante a continuación se apagó la luz y no pude evitar gritar.
– ¿Nath estas bien? ¿Que es lo que
ha pasado?
–Solo se ha ido la luz, no es nada, no te
preocupes.
Mientras seguía hablando con Jack empecé
a oír un ruido muy reiterativo, pequeños golpes consecutivos.
–Jack te dejo, ya hablaremos mañana vale,
voy a intentar dormir un poco.
–Vale pequeña, duerme bien, Te quiero.
Hice una pausa antes de contestar.
–Si Jack, Yo también te quiero.
Colgué rápidamente y fui en busca de
aquellos golpes, según me fui acercando a la cocina los golpes se hacían cada
vez más intensos… Entré en la cocina pero no encontré nada, cuando me di la
vuelta para marcharme me di cuenta de que aquellos golpes provenían de la
trampilla para bajar al sótano. Note como el miedo invadía mi cuerpo hasta
dejar mis piernas inmóviles, empezaron a llegar a mi mente imágenes de
películas de terror de todo tipo, desde asesinos en serie y violadores descabezados
hasta espíritus y seres malignos creados por mi imaginación. Busqué una
linterna para poder ver algo, asustada y con los músculos contraídos busqué por
toda la cocina, cuando encontré una linterna me dispuse a ir hacía mi
habitación. En el momento en el que pise el primer escalón alguien toco la
puerta.
Asustada me di la vuelta y empecé
casi a temblar, me acerqué de puntillas a la puerta y mire por la
mirilla. Era él, asenté mis pies de nuevo en el suelo y abrí la puerta.
– ¿Qué haces aquí?, no ves la que
está cayendo, vas a coger unas anginas incurables, entra corre.
–No puedo.
– ¿Qué no puedes el que?– pregunté
confusa.
–No puedo ver cómo le besas y no hacer
nada, no puedo esperar a que tú quieras hablarme y yo estar de brazos cruzados,
no puedo dejar de sentir esas ganas de besarte cada vez que te veo, Nath, no
puedo.
–Keith, por favor, no hagas esto más
difícil.
–Eres tú la que lo hace difícil, solo
necesito que me digas que le quieres solo a él, y que por mí no sientes
nada, lo harás mucho más fácil, me marchare y haremos como si nada de esto
hubiese ocurrido.
Se hizo el silencio, yo no sabía que
contestarle, asique deje que contestase el por mí.
–Ves, no tienes nada que decir, sabes que
también sientes algo por mí, y no puedes negártelo a ti misma.
–Keith de verdad que yo….
No me dio tiempo a terminar la frase, al
parecer mi silencio le confirmo a Keith que de algún que otro modo también le
quería a él. Sin dudarlo se abalanzo encima de mí y me beso.
Fue un beso totalmente distinto a los de
Jack, los de Jack eran besos apasionados y provocadores, pero el beso de
Keith fue tierno, me acaricio la cara con cuidado y bajo las manos hasta
la cintura con miedo de bajar más, yo confusa no supe que hacer, no tuve valor
para abrazare y besarle más intensamente, pero tampoco tuve valor para
apartarme, de alguna manera ese beso me había gustado.
Cuando termino de besarme me miró a los
ojos y me cogió de la mano, preguntó por mis padres y yo con un susurro por mi
tensión le conteste que no venían hasta mañana. Él al enterarse de aquella
noticia sonrió levemente, cogió mi mano aun más fuerte y me condujo escaleras
arriba hacia mi habitación. Nunca pensé que lo que pasaría a continuación fuera
a ocurrir con Keith, pero fue una buena lección para aprender a no decir
nunca “NUNCA”
PRECIOSO!Tengo ganas del siguiente capítulo!
ResponderEliminarUn besoo!Esta geniaal enserio!
wow! que bonito! esta perfectoo!
ResponderEliminarsiguiente pronto! ^^
visita mi ultimo cap y comenta =)
Dios! Me encanta y por otra parte que tensión, puuff, es inexplicable! jejej a ver cuando subes el próximo capítulo eeh! :)
ResponderEliminarPasate por mi blogg un día si tienes tiempo, te sigo desde siempre! :)
=O... mui bonito y mae mia cuando se entere Jack!!!! un besooo y esperando a ke publikes el siguiente ^-^ (L)
ResponderEliminardios mio que poco falta... para que jack y keith se enfrenten bueno siue asi me encanta BSSSS
ResponderEliminarno me lo puedo creer!! =O se lo montan mientras ella sale con Jack y encima ingresado en el hospital??con su mejor amigo?? estoy anonada
ResponderEliminarPobre Jack,con lo que le quiero.
(este cap me ha recordado al capítulo de friends que vi ayer)
bss
Al final el proximo capitulo cuando vas a subirlo vas a subirlos siempre como el 14 ( que es un capitulo precioso)o vas a cambiar el lcapitulo 15 a otro dia es que es por saberlo porque no se entro mucho no sabes lo que me comia la cabeza las tardes hasta que pusiste el 14 xd bueno adios y besos
ResponderEliminar(: Sinceramente no se cuando subire el capitulo 15, porque ahora nos dan las vacaciones y no tendre mucho tiempo de escribir , pero intentare subirlo cuanto antes ^^
ResponderEliminar:D muchas gracias por todo.
pobre jack :(
ResponderEliminarAún así, me encanta, sigue escribiendo ^^
Oww diooos que hermoso
ResponderEliminarme estoy viciando toda xD
no puedo parar de leer
enhorabuena
es realmente maravilloso
aaaaa soy una viciada de estoo
ResponderEliminares mejor jack
ResponderEliminarIncreíble..me quede con ganas de leer mas *o*
ResponderEliminarKeith me atrae, pero es que Jaaaaaaaaaaaack...!! +___+
ResponderEliminarNOO!! y en mi mente un montón de alternativas que Nath podría tomar, pero la historia ya esta escrita, mucho antes de que la pasaras a esta paguina, solo espero que jack la perdone!! ¿pero, cómo?, lo que ella posiblemente va hacer es pero que un beso!
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